#ZNSeries – Daredevil: Born Again. Episodios 1 y 2 – Media hora en el cielo y Apariencias
Nuestras primeras impresiones sobre Daredevil: Born Again, el regreso del Diablo Guardián de Charlie Cox a la televisión en forma de miniserie en Disney Plus



Género: Ciencia Ficción, Acción, Aventuras.
Creador Dario Scardapane, Matt Corman y Chris Ord.
Reparto: Charlie Cox, Vincent D’Onofrio, Margarita Levieva, Deborah Ann Woll, Elden Henson, Wilson Bethel, Zabryna Guevara, Nikki M. James, Genneya Walton, Arty Froushan, Clark Johnson, Michael Gandolfini, Ayelet Zurer, Jon Bernthal.
Producción: Marvel Studios / Walt Disney Television.
Canal: Disney Plus
Marvel’s Daredevil, la serie creada por Drew Goddard en 2015 para Netflix, sigue siendo junto a Marvel’s Jessica Jones una de las producciones más apreciadas y mejor valoradas por los aficionados de las lanzadas en esa época por la famosa plataforma de streaming en colaboración con Marvel Television. Esto hizo que Charlie Cox como Matt Murdock/ Daredevil y Vincent D’Onofrio como Wilson Fisk/Kingpin quedasen permanentemente asociados a sus personajes y Marvel Studios no tuviese otra alternativa pasado el tiempo que recuperarlos para su universo cinematográfico compartido. Las apariciones del primero en Spider-Man: No Way Home y la serie de She-Hulk y las del segundo en las producciones de Ojo de Halcón y Echo, han allanado el camino para volver a verlos reunidos a los dos en la Cocina del Infierno. Esto ha ocurrido en la presente miniserie de Daredevil: Born Again que retoma la historia allí donde se quedó en la tercera temporada de la proudcción de Netflix y recupera para la ocasión todo su universo, incluyendo personajes clave como la Karen Page de Deborah Ann Woll, el Foggy Nelson de Elden Henson, el Bullseye de Wilson Bethel y el Punisher de Jon Bernthal. La producción creada por Dario Scardapane, y en la que están implicados Justin Benson y Aaron Moorhead como directores principales, tendrá un total de nueve episodios y una segunda temporada confirmada que se estrenará en 2026. ¡El Diablo Guardián vuelve a estar entre nosotros!
Daredevil: Born Again. Episodios 1 y 2 – Media hora en el cielo y Apariencias
Si no está roto, no lo arregles, por Jordi T. Pardo
El Diablo Guardián vuelve a la pequeña pantalla y en la primera toma de contacto no sale mal librado. En Marvel Television han tenido claro en este caso el sabio dicho que apunta que si algo no está roto, no lo arregles. Born Again réplica muchos de los aciertos que en su día tuvo la producción de Netflix, con un tono más marcado por el diálogo que por la acción y siendo esta concebida desde un prisma cercano y sucio cuando hace acto de presencia, un cuidado guion, un reparto entregado y un uso muy inteligente de la mitología de este personaje. En la cuarta temporada de Daredevil volvemos a encontrar todos estos elementos, pero haciendo gala de un mayor presupuesto y un ritmo de los acontecimientos más frenético.
La escena de apertura del primer episodio es toda una declaración de intenciones, con un sentido de la acción creativo que recuerda a la producción de Netflix, aunque aquí se sienta ciertamente algo más impostado al introducir efectos digitales en mitad de algunas secuencias que nos dejan un extraña sensación de irrealidad. Y es que la adaptación de un personaje como Daredevil tiene su dificultad a cuenta de su condición entre medias del justiciero y el superhéroe… Sus historias son más terrenales, más a pie de calle y imbuidas por un tono de género de negro que ayuda a hacerlo más verosímil. Si algún elemento chirría, lo hará más que en cualquier otro tipo de adaptación. Y esto pasa puntualmente en esa primera gran escena de acción.
Pero esto peccata minuta teniendo en cuenta lo mucho y muy bueno que estos dos primeros episodios de Daredevil: Born Again nos ofrecen. No son pocos los aficionados que se han sentido desencantados por lo que ellos consideran un cambio de tono, ritmo, intenciones de la serie… Sí, claramente la serie es irreconocible respecto a la producción de Netflix a la que ahora nadie recuerda haber acusado en el pasado de ser excesivamente lenta y parca en términos de acción. No, eso nunca ha pasado… Sea como sea, la serie colma las expectativas para todos los que estén dispuestos a ver y disfrutar de este nuevo acercamiento del personaje y de los claros esfuerzos que en este caso se han hecho por seguir una línea ya marcada.
Es una propuesta que incluso asume riesgos teniendo en cuenta la aparente muerte de Foggy en el primer episodio. Elden Henson fue todo un acierto de casting en su día, construyendo un Foggy carismático y entrañable que lograba lo impensable: mantenerle el pulso al Daredevil de Charlie Cox. Si esta ha sido su última participación en la producción se le echará realmente de menos. Aunque si de algo va sobrada esta serie es de talento actoral, porque al buen trabajo comentado de Henson y Cox hemos de sumar a Deborah Ann Woll en su regreso como Karen Page y la pareja formada por Vincent D’Onofrio como Kingpin y Ayelet Zurer como Vanessa Fisk. Todos ellos retoman con contundencia sus papeles y hacen sentir cómodo al espectador en su regreso a este universo.
La nueva situación de los personajes hace que tampoco se estanque la historia y que aunque podamos avanzar cosas que podrían pasar, sintamos ganas por conocerlas y ver cómo se llega a ese punto. En concreto, el papel de Wilson Fisk como nuevo alcalde Nueva York lanza paralelismos con la política estadounidense actual que será interesante comprobar las líneas que se atreverá a traspasar. También el papel que en esto jugarán Bullseyese y Punisher así como su reencuentro con Daredevil. En definitiva, la primera toma de contacto con Daredevil: Born Again es más que satisfactoria más allá de detalles puntuales que tampoco influyen realmente en el fondo de lo que se está contando. Y es que no podemos obviar que a futuro lo lógico es que Daredevil se integre todavía más en el universo cinematográfico de Marvel Studios por lo que ciertas concesiones no solo no son malas en este caso, son necesarias e incluso ilusionantes.
Diablo guardián, por Juan Luis Daza
Daredevil, la serie de tres temporadas desarrollada por Drew Goddard y Steven S. Deknight al amparo de Netflix, es, posiblemente, mi producto audiovisual favorito de Marvel Comics, ahora Marvel Studios si tenemos en cuenta que su cronología forma parte del Universo Cinematográfico Marvel desde que Matt Murdorck y Wilson Fisk fueron incorporados en Spider-Man: No Way Home, She Hulk: Abogada Hulka y Echo el primero y Hawkeye y Echo, una vez más, el segundo. Por eso la noticia por parte de Disney Plus de continuar esa serie con una nueva, equivalente a lo que sería una cuarta temporada, titulada Born Again, como el mejor cómic de la historia del personaje a manos de Frank Miller y David Mazzucchelli, supuso una enorme alegría para el que suscribe. Pese a algunas noticias preocupantes sobre regrabaciones e incorporaciones de roles secundarios de la serie original que no iban a formar parte de esta, el resultado de estos dos primeros episodios está a la altura de las consecuencias.
Daredevil: Born Again da en los veinte primeros minutos de Heaven’s Half Hour, el espectacular primer episodio, todo lo que los fans de la anterior serie pedíamos a gritos y nuestras plegarias han sido escuchadas. A los personajes principales juntos, uno de los villanos más importantes, el tono urbano indivisible a las historias del hombre sin miedo, y una espectacular secuencia de acción marca de la casa con un bestial plano secuencia trucado, a la que se le notan más las costuras que a los otros tres pasajes de este tipo de las anteriores temporadas, pero que funciona de manera brutal a nivel de puesta en escena y por la enorme carga dramática que supone ese asesinato con más de un punto en común con el de Elektra en la icónica etapa del ya citado Frank Miller.
Una vez pasada este apertura Born Again nos ofrece lo que su predecesora. Drama judicial, espectaculares secuencias de acción, roles secundarios interesantes y la impresionante química entre unos Charlie Cox y Vincent D’Onofrio nacidos para interpretar a Matt Murdock/Daredevil y Wilson Fisk/Kingpin. Se agradece que el proyecto herede la gravedad bien medida de la etapa de Netflix, algo necesario para el adecuado devenir del bagaje psicológico de sus personajes que sí se mantuvo en la aparición de los dos roles en Echo, pero no así en Hawkeye y She Hulk: Abogada Hulka, series más propensas a un tono superheróico desenfadado que no hubiera tenido lugar en Born Again. El segundo episodio, llamado Optics, se centra en los primeros pasos de Fisk como alcalde y en la defensa por parte de Murdock de Héctor Ayala aka White Tiger. No es tan redondo como el anterior, pero nos depara algún que otro momento interesante y un cierre magnífico.
Un servidor no puede estar más contento con lo ofrecido por estos dos primeros episodios de Daredevil: Born Again. Por poner algunas pegas al producto mencionaría que todo apunta que del cómic al que roba el subtítulo no vamos a ver practicamente nada (aunque de eso ya pudimos ver bastante en la tercera temporada de Netflix), que el CGI, en ocasiones, es un tanto cuestionable y que para entender todo lo acontecido en pantalla durante estas dos primeras horas de metraje hay que ver más material que las tres temporadas originales del show, algo que puede echar para atrás a posibles potenciales nuevos espectadores. Más allá de eso, satisfacción plena con respecto a estos primeros pasos del regreso del diablo guardián que, estoy seguro, nos deparará más de un momento memorable para el herido, pero no muerto, Universo cinematográfico Marvel.
El Pobre Diablo de la Cocina del Infierno, por Raúl Gutiérrez
Y por fin llegó el día. Tras varios rumores iniciales sobre el regreso del Daredevil de Charlie Cox, y del Wilson Fisk de Vincent D’Onofrio pero esta vez dentro del MCU y sin referencias veladas pero inconcretas a éste; y apariciones directas de sus personajes en Hawkeye y en Spiderman No Way Home, sin olvidar las apariciones de Daredevil en Hulka y en Echo, por fin Marvel Studios dio luz verde a una nueva serie sobre el personaje que buscaría devolver a los fans el entusiasmo por uno de sus productos televisivos mejor valorados desde que comenzaran a hacerse series de Marvel bajo el paraguas del Universo Cinematográfico Marvel.
Lo ocurrido con esta serie, no deja de ser algo tristemente muy común a lo que ocurre con muchos productos televisivos y cinematográficos de hoy en día, y es que, tras mostrar un poco de lo grabado a determinados analistas, se decidió volver a regrabar la serie entera porque ésta no era lo que el público iba a querer.
Parece ser, y esto son solo rumores, que íbamos a tener un Daredevil más festivo y cómico, similar al que presentaron Mark Waid y Chris Samne en su etapa al frente del personaje y un Kingpin como el que vimos en Hawkeye, con su traje blanco inmaculado, camisa roja, sombrero de ala ancha y báculo de autoridad, que nos recordaba más al capo mafioso que conocimos en The Amazing Spider-Man #50 en 1967 de la mano de Stan Lee y John Romita Sr.
Sin embargo, aquel experimento no gustó a los analistas, y se decidió dar marcha atrás para que Daredevil Born Again fuera más similar a lo que ya habíamos visto del personaje durante su andadura en Netflix, mediante aquel convenio que la plataforma había suscrito con Disney antes de que la compañía del ratón tuviera plataforma de streaming propia.
Y lo que nos encontramos en estos dos capítulos es exactamente eso. La continuación canónica y natural de la serie de Netflix, como si de una cuarta temporada se tratase.
En ese sentido que nadie se engañe. Por mucho que Disney+ haya explicado que no hace falta ver la tres temporadas de Daredevil de Netflix y Defenders para entender esta serie, esto solo es una verdad a medias (más que nada porque la única prescindible sería la propia Defenders).
Y es que, desde el comienzo del primer capítulo, que arranca de hecho con Karen, Foggy y Matt saliendo del despacho que decidían abrir al final de la tercera temporada, las referencias a aquella serie son constantes y continuadas.
Y ello por no hablar del maravilloso opening, con ese Daredevil que se reconstruye poco a poco y una banda sonora que claramente referencia a la que ya conocemos de la etapa anterior.
Josie’s Bar, la aparición del Bullseye de Wilson Bethel, la relación de Vanessa Fisk con su esposo… esta serie es un nuevo comienzo, no cabe duda, pero verla si conocer nada de la anterior hará que nos falte ese “algo” que precisamente ha hecho que al menos por mi parte, haya disfrutado al máximo de estos dos capítulos.
La trama arranca con un hecho completamente inesperado y que en los cómics cuando ocurre (etapa de Ed Brubaker y Michael Lark) suele ser un truco de ilusionismo: El asesinato de Foggy Nelson a manos de Bullseye.
En este caso no es Karen Page, ni Elektra ni ninguna otra novia de Daredevil la que caiga ante el psicópata de la diana en la cabeza, sino quizás la persona que más quiere Matt en su vida, aunque no con un amor romántico, su mejor amigo, Foggy Nelson.
Las referencias tras ese hecho a la infame Tierra de Sombras de Andy Diggle (al menos al comienzo de ésta) y poco después y curiosamente al Spiderman No More de John Romita Sr. son bastante claras, pero más allá de eso tenemos de regreso una serie de vigilantes urbanos en la que la verosimilitud tanto de la relación de estos con su ciudad, como con el sistema judicial es constante y palpable.
Ello no quiere decir que estemos ante un procedimental, o una serie en la que solo veamos togas y juzgados. Seguimos ante un producto Marvel en el que las escenas de acción (en este caso, aún mejores que las más recordadas de Netflix puesto que se nota el sustancial aumento de presupuesto) siguen siendo marca de la casa, pero sin que ello lastre una buena trama en pro de acelerar lo ocurrido en cada capítulo hasta llegar a un final donde veamos la últimas batalla entre los dos antagonistas.
Por otro lado, el reencuentro entre Wilson Fisk y Matt Murdock en el restaurante es sencillamente maravilloso, construido como una conversación educada de dos viejos enemigos que deciden momentáneamente poner sus diferencias a parte hasta que uno de los dos pille al otro en lo que quiera que esté haciendo, ya sea vigilantismo nocturno o corrupción política.
Se nota que ambos actores han hecho suyos a sus respectivos personajes, siendo en ese aspecto también muy natural la forma de relacionarse entre el resto del cast, tanto con integrantes ya conocidos como con otros nuevos como Kirsten McDuffie (traída directamente de la etapa de Mark Waid) que dan la impresión de llevar ahí toda la vida.
En otro orden de cosas, está claro que la serie también es deudora del final de la etapa de Charles Soule y del Reinado del Diablo de Chip Zdarsky, sin olvidar el tratamiento del personaje del Tigre Blanco, Hector Ayala, que bebe directamente de uno de los mejores cómics de la etapa de Brian Michael Bendis como guionista de la serie protagonizada por el diablo de Hell’s Kitchen.
Por otro lado, la serie, como ya lo hizo Echo antes, busca su propio camino, lo cual es más fácil con personajes que están más apegados a las calles que los Vengadores, y en ese sentido, no veremos, o al menos de momento no se han dado; referencias al lapso de cinco años desatado por Thanos y las Gemas del Infinito. Puede parecer que en ese sentido la serie es cobarde, o poco honesta con la continuidad del MCU, pero yo soy de los que piensa que para lo que se quería contar el lapso restaba más de lo que podía sumar, y en ese aspecto me quedo muy contento.
En síntesis, lo que Born Again nos ofrece en estos dos capítulos, es una continuación casi directa de su predecesora en Netflix, pero con un presupuesto notablemente superior y una forma de narrar la trama más ágil y no lastrada por esa especie de obligación de realizar siempre trece capítulos de cada serie que tan mal les sentó a casi todos los productos del proyecto Marflix y que aquí, brilla por su ausencia.
En una época en la que las series protagonizadas por personajes de Marvel son constantes, y en su mayoría ramplonas o reguleras (con algunas honrosas excepciones), tener de regreso a este Daredevil es sin duda una gran noticia que esperamos se confirme en las próximas semanas.
Here We Go Again, por Sergio Fernández
Como en una reunión de antiguos alumnos. Así me sentí en los primeros compases de este Daredevil: Born Again. Siete años después de que Matt Murdock y compañía se despidieran de Netflix, llegó la hora de retomar su espacio en el MCU. A pesar de que el personaje interpretado por Charlie Cox ya se había dejado ver en producciones como Spider-Man: No Way Home, She-Hulk o Echo, necesitábamos más, mucho más. El otrora Dan Defensor ya demostró en la serie creada por Drew Goddard lo bien que le sentaba ser cabeza de cartel. Cox consiguió borrar el amargo recuerdo que nos dejó Ben Affleck en aquella mediocre cinta escrita y dirigida por Mark Steven Johnson hace más de veinte años. Así pues, Marvel Studios tenía la obligación de retomar este título y ofrecerle protagonismo en un universo que no pasa por su mejor momento.
Dario Scardapane ejerce de mandamás en esta producción que podemos ver en Disney + y que tiene al consolidadísimo tándem formado por Justin Benson y Aaron Moorhead en la dirección del episodio piloto. Tras llamar la atención en el cine independiente con trabajos de corte fantástico (Spring, El infinito), Benson & Moorhead tuvieron la oportunidad de foguearse en el género superheroico poniéndose detrás de las cámaras en capítulos de Loki y Caballero Luna. Tal fue su buen hacer en dichas labores, que sus nombres sonaron fuerte en las quinielas para dirigir las próximas entregas de Vengadores que, finalmente, llevarán a buen puerto los hermanos Russo. El segundo episodio, que también pudimos disfrutar en esta generosa premiere, contó con Michael Cuesta al frente del rodaje. Este veterano director ha dirigido algunos de los mejores episodios en series como A dos metros bajo tierra, Dexter, True Blood, Homeland o Dopesick: Historia de una adicción.
Siguiendo con nombres propios, estos dos primeros capítulos nos ha servido para reencontrarnos con viejos conocidos. Deborah Ann Woll, en la piel de Karen Page, y Helden Henson, como Foggy Nelson, parecían eternos compañeros de viaje de Cox en este viaje tan particular. Tras unos pocos minutos de sonrisas, se han encargado de darnos un tortazo de realidad. Con un título como Born Again, suponíamos que el Cuernitos iba a pasar las de Caín. Frank Miller puede respirar tranquilo. La muerte de Foggy a manos de Bullseye ha sido todo un mensaje para navegantes. “Queríais que volviésemos, aquí estamos, pero vais a sufrir con Matt”. La pelea entre Daredevil y Bullseye, empañada en la azotea con un CGI un tanto cantarín, ha acabado de forma drástica. Daredevil: Born Again se presenta como una de las propuestas más adultas (y oscuras) en la historia de Marvel Studios.
Párrafo aparte merece Vincent D’Onofrio. Agotada la figura de Thanos, con un Loki redimido y un Kang que, por culpa de los problemas de Jonathan Majors, no sabemos lo que ocurrirá con él, no hay villanos que estén a la altura en las producciones audiovisuales actuales de La Casa de las Ideas. El eterno Recluta Patoso de La Chaqueta Metálica (Stanley Kubrick, 1987) retorna con uno de sus personajes más icónicos para poner orden en este asunto. Con menos kilos que en ocasiones anteriores (algo con lo que se juega en este arranque), Wilson Fisk continúa teniendo una presencia arrolladora. D’Onofrio es un Kingpin formidable funcionando como ideal contrapunto de Daredevil. Su acceso a la alcaldía de Nueva York no puede estar más de actualidad con el claro paralelismo de Donald Trump. Su discurso incendiario, cargado de odio, se hace notar en las calles. El mensaje del miedo provoca violencia mientras Fisk apunta a los justicieros como fuente de los problemas. Fisk siembra el caos para legitimar su gobierno con mano de hierro.
Tras la traumática muerte de Foggy, la historia ha avanzado un año para comprobar que la vida de Matt ha dado un giro de 180 grados. La culpa, tan presente siempre en el protagonista como consecuencia de su educación católica, ha provocado que abandone a su alter ego. Murdock ejerce como abogado, pero por las noches ya no “apatrulla la ciudad”. Además, la gestión por la pérdida no fue la mejor con Karen acabando en la otra costa estadounidense. ¿Consecuencia? El bufete perdió a dos de sus tres socios y la otrora fiscal Kirsten McDuffie (Nikki M. James) es la nueva compañera de fatigas de Matt. Gracias a ella, el abogado invidente conocerá a su nuevo ligue, la psicóloga Heather Glenn (Margarita Levieva), que, por azares del destino, terminará siendo la terapeuta de Wilson y Vanessa.
Daredevil: Born Again ha empezado pisando fuerte, poniendo el listón bien alto. Marvel necesitaba una sonada victoria y, por el momento, parece llevar una mano ganadora. No obstante, hace tiempo que dejamos de tener fe ciega en Kevin Feige y sus amigos. Si quieren que las ovejas volvamos al redil, la calidad debe asemejarse a lo visto en estos dos primeros episodios.
¡Es la hora de la encuesta!
Nota: hay una encuesta incluida en esta entrada, por favor, visita el sitio para participar en la encuesta de esta entrada.