Mujeres de alzada

Una editora regresa a su pueblo natal y reestablece la relación con su abuela, una octogenaria de pocas palabras y muchos secretos con la que inicia un diálogo intergeneracional. Además, averiguará qué fue de su abuelo, de quien siempre pensó que se había exiliado por cuestiones políticas. En este making of Rosa Valle reconstruye el... Leer más La entrada Mujeres de alzada aparece primero en Zenda.

Mar 6, 2025 - 06:57
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Mujeres de alzada

Una editora regresa a su pueblo natal y reestablece la relación con su abuela, una octogenaria de pocas palabras y muchos secretos con la que inicia un diálogo intergeneracional. Además, averiguará qué fue de su abuelo, de quien siempre pensó que se había exiliado por cuestiones políticas.

En este making of Rosa Valle reconstruye el origen de Cocos de luz (Velasco).

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Soy la niña que busca flores. Aunque sean ortigas. También me valen. Porque «las ortigas pican. Y tienen flores. Las ortigas pican y tienen flores. Y son hermosas». Así comienza Cocos de luz (Velasco Ediciones, 2024). Un día, un congénere montuno me demostró in situ que agarrar un manojo de urticáceas puede resultar inocuo. Si te fortaleces adentro, no te picarán. Busca la técnica en tu río verde. «Solo la naturaleza nos salva». Berta, editora, novia, nieta, lo sabe y se lanza al matorral cuando en su vida arrecia.

Berta Feito. Mujer en búsqueda de sí. La Berta alejada de Berta llega a su pueblo, en Asturias, a cobijarse en Refugio, su abuela, una aldeana poco común. Berta escapando de un amor narcisista que la fagocita e impide ser. Abuela y nieta, vaqueiras de alzada, grupo étnico-cultural que, gracias a su tiempo intermitente en las brañas altas, pudo vivir con cierta libertad. Una mística ligada a la tierra que encajaba a la perfección con el espíritu que yo quería para la novela. Ahí estaban, los vaqueiros, y de ellos, de ellas, bebí.

"Cocos de luz constituye un homenaje a las abuelas del mundo. Mujeres fuertes a la fuerza, que cimentan, que sostienen, que aman. Raíces y alas"

Refugio calla y cuida. Berta inquiere y se deja cuidar. El diálogo entre estas dos generaciones de una misma saga vertebra toda la historia. En realidad, ambos personajes conforman una misma mujer en diferentes estadios: Berta, que empieza a saber, desde el momento en que ha tomado la decisión de alejarse de todo lo que ella no es, que identifica y actúa; Refugio, ya sabia, al final del camino, desde su experiencia de gestión del sufrimiento.

La protagonista, ya he dado pistas, acude al pueblo al reencuentro consigo, pero acaba realizando otros hallazgos. Topa con un misterio de familia vinculado a un manuscrito anónimo que parece conocer el presente de la editora. Hay, asimismo, una figura ausente que también sabe. Habemus misterio, seña de esta autora.

Cocos de luz constituye un homenaje a las abuelas del mundo. Mujeres fuertes a la fuerza, que cimentan, que sostienen, que aman. Raíces y alas. No es posible escapar de la herencia familiar; estamos llamadas a integrarla. Y, junto a la memoria familiar, la colectiva. Los muertos de nuestras cunetas, sin juicio ni justicia. Esa vergüenza nacional también asoma a la trama y le proporciona un contexto real. Hay un joven que busca a su bisabuelo y una protagonista con un abuelo supuestamente escapado.

"La periodista sintetiza con sus gafas de pirámide invertida. Cocos de luz es una novela corta, ciento veinte páginas, que huye de las biblias"

Hay novelas que nacen sin pedir paso ni mediar búsqueda. Ahí está Cocos. Un bichito de luz, como los que le dan título y recorren sus páginas. Cocos de lluz significa «luciérnagas» en asturiano. En esta historia hay sincronías, que no casualidades, que guían a Berta en su viaje de la heroína. Creo en ellas. Si sabemos identificarlas e interpretarlas, nos muestran el camino. Nos iluminan…

Todos los mimbres y sus artes para Cocos de luz estaban en mí. Solo tuve que empezar a trenzar. Siento que por esta senda transita, ligera, mi voz narrativa más personal. Sigo el vuelo de estos coleópteros.

Mujer, naturaleza, misterio, vuelta al campo, memoria. Esos son los contenidos, los mimbres. En las artes, frases cortas, directas, una escritura casi automática que, lejos de producir efecto frío, transmite calor, envuelve y acoge. Prosa lírica. Búsqueda —otra más, sí— de la belleza. Soy una poeta que novela.

Novelista. Poeta… y periodista. Trinidad. La periodista sintetiza con sus gafas de pirámide invertida. Cocos de luz es una novela corta, ciento veinte páginas, que huye de las biblias. Porque lo que importa ocupa poco. Que, de esas flores que la niña busca, extrae el néctar, que es la tinta de la miel.

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Autora: Rosa Valle. Título: Cocos de luz. Editorial: Velasco. Venta: Todos tus libros.

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