La línea del deseo
Ya los dadaístas y el grupo de Breton idearon los llamados mapas influenciales, que estaban basados en la percepción obtenida al recorrer una ciudad. Poco después los situacionistas, con Guy Debord a la cabeza, desarrollaron la guía psicogeofráfica de París, con la que la ciudad se sometía al examen de la experiencia subjetiva del paseante/turista.... Leer más La entrada La línea del deseo aparece primero en Zenda.

La fascinación por las ciudades como lugares que contienen “más de lo que puede describirse” (Pallasmaa, Habitar, 2019) y que, por tanto, despiertan en nosotros la atracción por el misterio que esconden está en la base de este sugerente proyecto de Servando Rocha, De fuego cercada: Geografía secreta de Madrid (Alianza, 2024). “Ya no leemos la ciudad”, nos advertía Rocha en su prólogo a Vivir con edificios y caminar con fantasmas, de Iain Sinclair, libro que editó el propio Rocha en La Felguera. Sinclair, padre de la psicogeografía moderna, es su modelo inspirador, y por eso no duda en comenzar con una cita del mismo, que resulta clarificadora: “Hay que averiguar todo lo que se pueda saber acerca el lugar que se ha elegido. Y luego hay que trascenderlo”. Se plantean por tanto dos fases en el proceso: la primera, la de información, investigación y organización de la ruta con mapas; la segunda, la del paseo como elemento ritual necesario para alcanzar esa “trascendencia” que nos permitirá descubrir y conectar con las redes ocultas que, como una delicada tela de araña, conectan calles, edificios, habitantes y sucesos, traspasando las barreras temporales y dejando al descubierto los fantasmas que nos rodean: “Los fantasmas nos persiguen y dictan el paisaje. Somos sus ojos, vemos a través de ellos. Nos roban la mirada” (p. 72).
Frente a esa aleatoriedad, Rocha planifica, se informa, estudia y organiza con mapa su proyecto antes de lanzarse a andar. Parte para ello de un álbum de fotos que encuentra en El Rastro, en el que aparecen varias imágenes de José Ribalta Camón, un oftalmólogo que en 1916 (poco después de retratarse con su mujer y su hijo en El Retiro) decidió caminar en línea recta hacia el norte desde la Puerta del Sol y desaparecer: “Mi intención es caminar en dirección norte, desde mi domicilio hasta el final de la ciudad, y una vez allí salir de esta a pie. Mi único impulso es el Deseo” había dejado escrito en una carta (p. 16). Rocha descubre que Ribalta vivió en el mismo piso (Calle de la Cruz, 31) que el aventurero Stanley, quien salió de allí para dirigirse a París (al norte), donde se le encomendó que localizase a Livingstone. Ese curioso nexo se convierte en el acicate que decide al autor a indagar en ese misterio: “Las fuentes del Nilo serían el curso, lo más ajustado posible, de una gran flecha hacia el norte que fue el primer destino de Stanley, y que tracé en un enorme mapa que costaba abrir y cerrar correctamente cada vez. Anotaría todo lo que sucediese, intentando describir el Madrid que recorrió Ribalta, su fisionomía y habitantes, sus terrores y abismos (…). Seríamos tres: Ribalta, Stanley y yo, el tercero que camina” (p. 36).
Decidida la ruta, esa línea del Deseo, acumulada la información necesaria, las piezas sueltas acerca de la vida de Ribalta que consigue descubrir con la idea de “recomponerlos todo a partir del paseo” (p. 77), comienza Rocha una mañana su particular odisea que durante 20 horas lo llevará a recorrer la ciudad desde la Puerta del Sol hasta las afueras, en Fuencarral: “Caminar es educar el alma” (p. 72), reconoce.
Y nosotros con él. Con fuerza narrativa y agilidad para que la información fluya sin lastrar al lector, Rocha nos traza un trayecto apasionante, porque si en nuestra alocada vida moderna “ya no reconocemos la ciudad, nos cuesta ver el pasado bajo piedras y ladrillos” (p. 136), él nos enseñará con paciencia a ver de nuevo, iluminará para nosotros esta ciudad que en algún momento dejamos de ver: su vida secreta y oculta, edificios desaparecidos, incendios, asesinatos, proyectos arquitectónicos delirantes, cementerios abandonados, iglesias saqueadas, acciones de protesta… Una acumulación fértil y variada de acontecimientos y vidas: “Es todo tan delirante y extraordinario que solo concibo Madrid como una superposición casi interminable de mapas. Y aun así, la topografía sigue siendo secreta. Mantener la cordura es casi un milagro” (p. 243). Hasta que, siguiendo la línea del Deseo, descubriremos a dónde van los desaparecidos y qué lugar ocupa la ausencia.
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Autor: Servando Rocha. Título: De fuego cercada: Geografía secreta de Madrid. Editorial: Alianza. Venta: Todostuslibros.
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