El disfraz de los otros

La obra de Rivas Venegas reconstruye el imaginario cultural (especialmente, el artístico) del heroísmo franquista, desde una perspectiva que presta especial atención al género. Encuentra el ensayo investigador editado por Cátedra una división en dos partes: la primera, destinada a la imagen del enemigo, a través de la parodia cruenta y, la segunda, recomposición de... Leer más La entrada El disfraz de los otros aparece primero en Zenda.

Mar 9, 2025 - 06:49
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El disfraz de los otros

Dos muchachos alegres se encuentran en la feria. Cada uno porta un arma y ambos, sonrientes, juegan al «Tiro al rojo». Habrá premio, pues le han acertado al primero. El par que sigue aguarda, con sus orejas de diablillo y su gesto nervioso, el disparo próximo. Junto a ellos el tíovivo, de gestos humanoides, reconocibles. No muy lejos una figura monstruosa, de piel oscura, con una boca inmensa. Es el «tragabolas marxista». Nos encontramos ante una imagen carnavalesca que pertenece al número 40, de 26 de septiembre de 1937, de la revista Pelayos, cuya vida transcurrió entre los años 1936 y 1938, editada por la Junta Nacional Carlista. Recupera esta perturbadora imagen el investigador de Miguel Rivas Venegas, en la reciente publicación Lo viril y lo viscoso. Alteridades, fantasmas y héroes en el primer franquismo (2024).

La obra de Rivas Venegas reconstruye el imaginario cultural (especialmente, el artístico) del heroísmo franquista, desde una perspectiva que presta especial atención al género. Encuentra el ensayo investigador editado por Cátedra una división en dos partes: la primera, destinada a la imagen del enemigo, a través de la parodia cruenta y, la segunda, recomposición de la imagen épica del héroe. A través de los numerosos ejemplos que la prensa de época puede albergar, hallamos un esfuerzo ímprobo por el reconocimiento del otro, en su sentido etimológico, esto es, para volver a conocer a quien resulta no ser ignoto. Me refiero al vecino, al amigo, al maestro, al hermano, que deben convertirse en objetivo político. La prensa, la literatura o el arte, como orfebres de ideas y herramientas didácticas, permitieron así que quien era conocido, e incluso amado, pudiera convertirse en enemigo, y el crimen, en deber.

"El héroe en su representación didáctico-literaria es una aspiración, una figura utópica, y ello se aprecia de forma clara en los recursos que Rivas Venegas ofrece al lector"

El autor examina lo que, a primera vista, pudiera considerarse como mero material publicitario, dotando a lo popular y lo humorístico de una dimensión universal. De este modo, bien pudiera valer como ejemplo el análisis de la portada del 17 de octubre de 1936 del semanario ¡La Karaba!, de naturaleza gráfico-humorística. La publicación, cuyo primer número es precisamente el mencionado, estaba destinada a los lectores del bando sublevado. Su portada representa un mondo alla riversa, una señal puramente carnavalesca, en la que se ofrece una imagen distorsionada y risible de un «frente rojo», sorprendido ante el ataque de las tropas de Falange. En este mundo al revés, los hombres beben en los abrevaderos de los caballos, los letreros muestran faltas de ortografía flagrantes, los batallones están compuestos por cerdos y las mujeres visten de hombre. También vemos a una miliciana vestida de hombre en el análisis de «Saqueo del cuartel de caballería» de Carlos Sáenz de Tejada. Estas imágenes corresponden a la representación del monstruo, del otro, cuya naturaleza interior, deformada, se manifiesta mediante la figura del trickster, de raigambre popular. Según muestra el autor, el monstruo caótico, extraño e irreverente, es enemigo violento e irracional, amoral, y, de esta forma, su eliminación se convierte en una necesidad común.

"Los escritos e imágenes recogidos por Rivas muestran cómo la prensa se inserta en lo que podríamos denominar géneros didácticos, de naturaleza hermética"

Si tal es la representación del otro, del que es, resulta necesaria una proposición prospectiva, de lo que puede ser. El héroe en su representación didáctico-literaria es una aspiración, una figura utópica, y ello se aprecia de forma clara en los recursos que Rivas Venegas ofrece al lector. En este sentido, conviene traer a colación las fotografías de José Ortiz Echagüe, en particular, El remero vasco (1931). Como destaca el autor, las fotografías de Echagüe permiten la sublimación del hombre común, del obrero, convirtiéndolo en un nuevo referente, a izquierda y derecha. Este hombre obrero, común, puede tener un papel trascendente, como recoge Rivas, en lucha contra los enemigos de la nación, de aquellos seres deformes retratados por el bando sublevado. Del mismo modo la mujer, véase el análisis de los recursos de la Sección Femenina, puede convertirse en nueva heroína bajo cumplimiento de los preceptos de sumisión, servicio en el hogar y una honorabilidad patriota (como mujer y como amante casta, destáquese la representación de Sáenz de Tejada «La despedida», Historia de la Cruzada Española, 1941) que puede dotarla de un seductor papel protagonista, lejos de la monstruosa miliciana.

El análisis de Rivas Venegas encuentra gran valor en su visión universal del hecho popular, carnavalesco y heroico hallado en los géneros de la prensa y, en particular de la prensa humorística, que no suele recibir la atención académica. El autor describe el proceso mediante el cual la representación artística en la prensa franquista aprovechó una constelación de ideas preexistentes, establecidas por siglos de imaginario humano, para reconstruir el ideario popular, tanto de hombres, como de mujeres, permitiendo así que el ciudadano común «re-conociera» al otro y se dotara a sí mismo de un ser posible, convirtiendo lo barbárico en el cometido del héroe. Los escritos e imágenes recogidos por Rivas muestran cómo la prensa se inserta en lo que podríamos denominar géneros didácticos, de naturaleza hermética. El hermetismo, concebido como la lucha entre el bien y el mal por la supervivencia (recuérdense los versos de Pemán «¡Nosotros el claro rocío!/ ¡Nosotros el sol!») alcanza una figura transparente en la prensa política, ya sea seria o humorística, distorsionando la realidad del lector alienado, que cree encontrarse ante un trampantojo, ante el engaño de los que le rodean, ante el disfraz de un monstruo.

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Autor: Miguel Rivas Venegas. Título: Lo viril y lo viscoso. Alteridades, fantasmas y héroes en el primer franquismo. Editorial: Cátedra. Venta: Todos tus libros.

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