Un documental indaga en Julio Camba, el genial periodista gallego “que no quería ser nada”

“La idea era darle visibilidad a un escritor extraordinario, muy desconocido, un tipo delicioso, con una forma de escribir tan ligera, tan amena y divertida que me fascinó”, explica en una entrevista con Efe Álvarez, que lleva muchos años detrás de las huellas del singular corresponsal. Camba (Vilanova de Arousa, 1884 – Madrid, 1962), considerado... Leer más La entrada Un documental indaga en Julio Camba, el genial periodista gallego “que no quería ser nada” aparece primero en Zenda.

Mar 3, 2025 - 01:46
 0
Un documental indaga en Julio Camba, el genial periodista gallego “que no quería ser nada”

El cineasta gallego Aser Álvarez estrena Julio Camba, el hombre que no quería ser nada, su nuevo documental en torno al genial e inclasificable escritor arousano, que dominaba como nadie el arte de la columna periodística.

“La idea era darle visibilidad a un escritor extraordinario, muy desconocido, un tipo delicioso, con una forma de escribir tan ligera, tan amena y divertida que me fascinó”, explica en una entrevista con Efe Álvarez, que lleva muchos años detrás de las huellas del singular corresponsal. Camba (Vilanova de Arousa, 1884 – Madrid, 1962), considerado por muchos el mejor columnista español de la historia, fue también el periodista mejor pagado de su época, ya que era un formidable “vendedor de periódicos”, al enganchar a los lectores con sus artículos cargados de ironía, inteligencia, concisión y sentido del humor. “Yo me quise hacer periodista a raíz de leer sus crónicas”, confiesa Álvarez, que, sin embargo, dejó después los medios para centrarse en la producción audiovisual y el cine documental.

La película “juega con los diferentes lugares y los diferentes Cambas que hay dentro de él” a través de un viaje onírico y sensorial entre realidad y ficción que se desarrolla en la habitación 303 del Hotel Palace, donde pasó sus últimos trece años de vida. Antes, el maestro arousano había sido corresponsal en Berlín, París, Londres, Roma, Estambul, Nueva York o Lisboa, aunque no se dedicaba a informar sobre la actualidad de esas capitales, sino que indagaba en el carácter de sus gentes y su tiempo a través de anécdotas de la vida cotidiana que elevaba a categorías filosóficas. “Creo que llegué a intuir la técnica que usaba Camba para escribir tan bien, que era caminar. Él paseaba por las ciudades, lo que le gustaba era disfrutar de las pequeñas cosas, de los bares, captar el espíritu de los lugares”.

Utilizando esa “creatividad del paseante”, el escritor rumiaba sus artículos, como pequeñas joyas de una cuartilla, y se encargaba de “crear el personaje desde el que nos escribe y en el que se agazapa. Un personaje totalmente inaprensible, que no cabe en un documental. Su método de trabajo era vivir a tope, era un disfrutón, un gran bebedor, comedor y jugador empedernido“.

El documentalista destaca su “tremenda originalidad”, que “a veces se queda en la superficialidad”, pero otras “tiene un grado de precisión y de sutileza que capta cosas que nadie capta, la esencia de los pueblos y de los tiempos”, como en sus artículos sobre Nueva York recogidos en el libro La ciudad automática. Lamenta que “ni siquiera nadie se haya tomado el trabajo de hacer sus obras completas” o que no se estudie en las universidades “como la biblia”, cuando hablamos de un escritor que “utiliza la palabra con tal concisión y precisión”. Y cuenta la anécdota de un director de periódico que se quejó un día a Camba de que escribía mucho: “Disculpa, no tuve tiempo, es por eso que te lo mando más largo”, respondió el perspicaz columnista. “Nunca te hace reír a carcajadas pero siempre tienes esa media sonrisa. Era galaico por los cuatro costados. Muy supersticioso, y con esa ironía, retranca y sentido del humor con el que escribía, que es el alma de Galicia”.

Con apenas 16 años, Camba se embarcó como polizón en un barco hacia Argentina, donde se vinculó activamente al anarquismo, lo que hizo que fuese deportado después del país y se convirtiese en “el primer emigrante español al que salieron gratis ambos viajes” de ida y vuelta a América, como ironiza el documental. Con los años, fue evolucionando hacia posiciones mucho más escépticas y descreídas, que le llevaron a criticar duramente a la Segunda República en muchos de sus artículos, aunque Álvarez rechaza categóricamente que defendiese el alzamiento militar franquista. “Eso es mentira. Hay cartas a Pedro Sanz Rodríguez, primer ministro de Educación y gran amigo suyo, en las que intercede para salvar a algunos profesores que estaban amenazados. Camba no es un franquista, aunque sí se convierte en un furibundo antirrepublicano cuando la república frustra sus expectativas“.

Camba, ese “genio inaprensible” al que “nunca se le pudo encasillar” y que “siguió siendo un libertario individualista toda su vida”, acabó sus días enfermo y solo, en una habitación muy humilde de la zona en que vivían los trabajadores del hotel, hace 63 años.

La entrada Un documental indaga en Julio Camba, el genial periodista gallego “que no quería ser nada” aparece primero en Zenda.