El español Iván Gil-Ortega, nombrado director del Queensland Ballet

La segunda compañía de ballet más importante de Australia, el Queensland Ballet, presenta este jueves a Iván Gil-Ortega (Madrid, 1977) como nuevo director artístico. Después de una destacada trayectoria como primer bailarín en compañías como el Stuttgart Ballet o el Het Nationale Ballet de Ámsterdam, Gil-Ortega lleva prácticamente dos décadas trabajando como asistente artístico, consultor y director de ensayos de prestigiosas compañías como el Birmingham Royal Ballet, el Bolshoi Ballet o el propio Queensland Ballet que va a dirigir, y afronta esta oportunidad «con nervios y ganas de querer hacer muchas cosas». Recién llegado a Brisbane, la tercera ciudad más grande de las antípodas y futura sede de los Juegos Olímpicos de 2032, el director español se pone al frente de un conjunto compuesto por 60 bailarines -48 intérpretes de la compañía principal y 12 de la formación junior-, «una compañía de base clásica, que abre la temporada en marzo con el ' Romeo y Julieta ' de Kenneth MacMillan». El Queensland Ballet ofrece una media de 107 espectáculos anuales e Iván Gil-Ortega se marca como objetivos «la internacionalización, buscar talentos dentro del país y darle un sello personal con propuestas un poco más vanguardistas y coreógrafos en alza en el circuito actual». El gran referente para el artista madrileño es el trabajo realizado por Li Cunxin -conocido por su autobiografía y la película homónima 'El último bailarín de Mao'- durante su dirección artística (2013-2023). « Li Cunxin consiguió que una compañía regional y chiquitita de veinte bailarines se convirtiera en una compañía de 60 bailarines, capaz de abordar con solvencia cualquier tipo de ballet neoclásico y contemporáneo. Gracias a él, el Queensland Ballet adquirió peso internacional y yo quiero seguir en esa dirección», asegura. Precisamente hace quince días, el Prix de Lausanne homenajeó a Cunxin por toda su carrera y allí coincidió con Gil-Ortega. Sobre una futura visita a España, reconoce que «ahora mismo nadie me ha tanteado, cosa que sí se han acercado a mí desde otras partes del mundo desde mi nombramiento», aunque «me encantaría que se pudiera ver al Queensland Ballet en España y sobre todo, por mi familia y la gente que me aprecia y conoce mi trayectoria profesional». Gil-Ortega se une a la generación de exbailarines españoles convertidos en directores artísticos como José Carlos Martínez en el Ballet de la Ópera de París, Tamara Rojo en el San Francisco Ballet, Ángel Corella en el Philadelphia Ballet o Goyo Montero en el Staatsballett Hannover, entre otros.

Feb 20, 2025 - 11:50
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El español Iván Gil-Ortega, nombrado director del Queensland Ballet
La segunda compañía de ballet más importante de Australia, el Queensland Ballet, presenta este jueves a Iván Gil-Ortega (Madrid, 1977) como nuevo director artístico. Después de una destacada trayectoria como primer bailarín en compañías como el Stuttgart Ballet o el Het Nationale Ballet de Ámsterdam, Gil-Ortega lleva prácticamente dos décadas trabajando como asistente artístico, consultor y director de ensayos de prestigiosas compañías como el Birmingham Royal Ballet, el Bolshoi Ballet o el propio Queensland Ballet que va a dirigir, y afronta esta oportunidad «con nervios y ganas de querer hacer muchas cosas». Recién llegado a Brisbane, la tercera ciudad más grande de las antípodas y futura sede de los Juegos Olímpicos de 2032, el director español se pone al frente de un conjunto compuesto por 60 bailarines -48 intérpretes de la compañía principal y 12 de la formación junior-, «una compañía de base clásica, que abre la temporada en marzo con el ' Romeo y Julieta ' de Kenneth MacMillan». El Queensland Ballet ofrece una media de 107 espectáculos anuales e Iván Gil-Ortega se marca como objetivos «la internacionalización, buscar talentos dentro del país y darle un sello personal con propuestas un poco más vanguardistas y coreógrafos en alza en el circuito actual». El gran referente para el artista madrileño es el trabajo realizado por Li Cunxin -conocido por su autobiografía y la película homónima 'El último bailarín de Mao'- durante su dirección artística (2013-2023). « Li Cunxin consiguió que una compañía regional y chiquitita de veinte bailarines se convirtiera en una compañía de 60 bailarines, capaz de abordar con solvencia cualquier tipo de ballet neoclásico y contemporáneo. Gracias a él, el Queensland Ballet adquirió peso internacional y yo quiero seguir en esa dirección», asegura. Precisamente hace quince días, el Prix de Lausanne homenajeó a Cunxin por toda su carrera y allí coincidió con Gil-Ortega. Sobre una futura visita a España, reconoce que «ahora mismo nadie me ha tanteado, cosa que sí se han acercado a mí desde otras partes del mundo desde mi nombramiento», aunque «me encantaría que se pudiera ver al Queensland Ballet en España y sobre todo, por mi familia y la gente que me aprecia y conoce mi trayectoria profesional». Gil-Ortega se une a la generación de exbailarines españoles convertidos en directores artísticos como José Carlos Martínez en el Ballet de la Ópera de París, Tamara Rojo en el San Francisco Ballet, Ángel Corella en el Philadelphia Ballet o Goyo Montero en el Staatsballett Hannover, entre otros.