Los sesenta años del 'Romeo y Julieta' de Kenneth McMillan
El pasado 9 de febrero se cumplieron sesenta años de una noche histórica en la historia del ballet. Ese día, pero de 1965, se estrenó en el Covent Garden londinense la versión de ' Romeo y Julieta ', de Prokófiev, que coreografió Kenneth McMillan . Margot Fonteyn y Rudolf Nureyev , por aquel entonces la pareja artística más popular en el mundo de la danza, protagonizaron la velada. Más de media hora de aplausos, según consignó The Daily Telegraph, jalonaron aquel estreno. Con motivo de este aniversario, el Royal Ballet, la compañía donde vio la luz este ballet, ha recuperado la producción original, con los diseños de Nicholas Georgiadis . La función del próximo 20 de marzo se podrá ver en 900 cines de todo el mundo; también en España, que ofrecerá la retransmisión en más de 130 salas . La japonesa Fumi Kaneko y el ruso Vadim Muntagirov encarnarán a los amantes creados por William Shakespeare . 'Romeo y Julieta' se había estrenado veinticinco años antes, el 11 de enero de 1940, en el entonces denominado Teatro Kírov de Leningrado (hoy Mariinski de San Petersburgo). El coreógrafo de aquella versión fue Leonid Lavrovski y el ballet llevaba cinco años en el cajón; Sergei Prokofiev había cambiado el final de la tragedia -«Romeo llega un minuto antes y encuentra a Julieta viva y todo acaba bien», contaba el compositor en su autobiografía-. Tenía una explicación: «Las razones de esta barbaridad eran puramente coreográficas: los vivos pueden bailar, los moribundos no». Las autoridades soviéticas, sin embargo, no estuvieron de acuerdo y el ballet no se estrenó cuando estaba previsto. En realidad, el estreno tuvo lugar en Brno (hoy en la República Checa) el 30 de diciembre de 1938; pero se trataba de un ballet en un acto con música básicamente de las dos primeras suites que Prokofiev había compuesto para dar a conocer su partitura. La de Kenneth McMillan no era la primera coreografía creada, al margen de la original de Lavrovski, Frederick Ashton , en 1955 (Ballet Real de Dinamarca) y John Cranko , en 1962 (Ballet de Stuttgart) precedieron al coreógrafo británico, nacido en Dumferline, en Escocia, en 1929. Fue precisamente Ashton, entonces director artístico del Royal Ballet, quien dio a MacMillan el visto nuevo para el nuevo ballet, que conmemoraba el 400º aniversario del nacimiento de William Shakespeare, en cuya obra estaba basado (Ashton, al parecer, no quería que su versión se comparara con la producción de la coreografía de Lavrovsky que el Bolshoi Ballet había llevado a la Royal Opera House un tiempo antes). Margot Fonteyn y Rudolf Nureyev no fueron los bailarines elegidos en un principio por McMillan para interpretar a los jóvenes amantes. El coreógrafo trabajó en su creación con Lynn Seymour y Christopher Gable , pero la enorme popularidad que tenía la pareja formada por la veterana inglesa y el joven ruso (42 y 23 años respectivamente) hizo que finalmente fueran los elegidos para estrenar la obra. El empresario Sol Hurok, además, puso como condición para llevar el espectáculo a Estados Unidos que el ballet se asociara a Fonteyn y Nureyev. El pintor griego Nicholas Georgiadis hizo los monumentales diseños de la producción -querían enfatizar el poder opresivo del entorno de Julieta y mostrar su pequeñez y fragilidad-, inspirados en la pintura y la arquitectura italianas del Quottrocento -tuvo, en general, muy buenas críticas, pero el Times criticó que la celda de Fray Lorenzo tuviera un estilo más sienés que veronés-, en Shakespeare y en la producción que Franco Zeffirelli había creado cinco años antes para la obra 'Romeo y Julieta' en el teatro Old Vic. El estreno fue recibido con entusiasmo por el público y la crítica londinense: 34 minutos de aplausos y 43 llamadas a escena, hasta que los regidores bajaron el telón de seguridad para que los espectadores abandonaran la sala. Los periódicos hablaron de «hito» y de la consagración de McMillan como «uno de los coreógrafos más importantes del mundo». La versión de 'Romeo y Julieta' de Kenneth McMillan se ha exportado a distintas compañías -entre ellas el American Ballet- y la han interpretado multitud de artistas, entre ellas las españolas Trinidad Sevillano y Tamara Rojo . Pero el ballet sigue asociado a Margot Fonteyn y Rudolf Nureyev, que protagonizaron también la película del ballet rodada en 1966 por Paul Czinner. Fonteyn y Nureyev bailaron juntos por primera vez el 21 de febrero de 1962 como protagonistas de 'Giselle'. «Fue un triunfo y el comienzo de una asociación única y asombrosa, conocida rápidamente en todo el mundo y el dúo que todo el mundo clamaba por ver -escribió Sir John Tooley , director general del Covent Garden entre 1970 y 1988-. Al caer el telón de esta representación, el público se sintió tan abrumado por la fuerza emocional de lo que había presenciado que se hizo el silencio antes de que estallaran los aplausos, seguidos de 23 llamadas a escena».
El pasado 9 de febrero se cumplieron sesenta años de una noche histórica en la historia del ballet. Ese día, pero de 1965, se estrenó en el Covent Garden londinense la versión de ' Romeo y Julieta ', de Prokófiev, que coreografió Kenneth McMillan . Margot Fonteyn y Rudolf Nureyev , por aquel entonces la pareja artística más popular en el mundo de la danza, protagonizaron la velada. Más de media hora de aplausos, según consignó The Daily Telegraph, jalonaron aquel estreno. Con motivo de este aniversario, el Royal Ballet, la compañía donde vio la luz este ballet, ha recuperado la producción original, con los diseños de Nicholas Georgiadis . La función del próximo 20 de marzo se podrá ver en 900 cines de todo el mundo; también en España, que ofrecerá la retransmisión en más de 130 salas . La japonesa Fumi Kaneko y el ruso Vadim Muntagirov encarnarán a los amantes creados por William Shakespeare . 'Romeo y Julieta' se había estrenado veinticinco años antes, el 11 de enero de 1940, en el entonces denominado Teatro Kírov de Leningrado (hoy Mariinski de San Petersburgo). El coreógrafo de aquella versión fue Leonid Lavrovski y el ballet llevaba cinco años en el cajón; Sergei Prokofiev había cambiado el final de la tragedia -«Romeo llega un minuto antes y encuentra a Julieta viva y todo acaba bien», contaba el compositor en su autobiografía-. Tenía una explicación: «Las razones de esta barbaridad eran puramente coreográficas: los vivos pueden bailar, los moribundos no». Las autoridades soviéticas, sin embargo, no estuvieron de acuerdo y el ballet no se estrenó cuando estaba previsto. En realidad, el estreno tuvo lugar en Brno (hoy en la República Checa) el 30 de diciembre de 1938; pero se trataba de un ballet en un acto con música básicamente de las dos primeras suites que Prokofiev había compuesto para dar a conocer su partitura. La de Kenneth McMillan no era la primera coreografía creada, al margen de la original de Lavrovski, Frederick Ashton , en 1955 (Ballet Real de Dinamarca) y John Cranko , en 1962 (Ballet de Stuttgart) precedieron al coreógrafo británico, nacido en Dumferline, en Escocia, en 1929. Fue precisamente Ashton, entonces director artístico del Royal Ballet, quien dio a MacMillan el visto nuevo para el nuevo ballet, que conmemoraba el 400º aniversario del nacimiento de William Shakespeare, en cuya obra estaba basado (Ashton, al parecer, no quería que su versión se comparara con la producción de la coreografía de Lavrovsky que el Bolshoi Ballet había llevado a la Royal Opera House un tiempo antes). Margot Fonteyn y Rudolf Nureyev no fueron los bailarines elegidos en un principio por McMillan para interpretar a los jóvenes amantes. El coreógrafo trabajó en su creación con Lynn Seymour y Christopher Gable , pero la enorme popularidad que tenía la pareja formada por la veterana inglesa y el joven ruso (42 y 23 años respectivamente) hizo que finalmente fueran los elegidos para estrenar la obra. El empresario Sol Hurok, además, puso como condición para llevar el espectáculo a Estados Unidos que el ballet se asociara a Fonteyn y Nureyev. El pintor griego Nicholas Georgiadis hizo los monumentales diseños de la producción -querían enfatizar el poder opresivo del entorno de Julieta y mostrar su pequeñez y fragilidad-, inspirados en la pintura y la arquitectura italianas del Quottrocento -tuvo, en general, muy buenas críticas, pero el Times criticó que la celda de Fray Lorenzo tuviera un estilo más sienés que veronés-, en Shakespeare y en la producción que Franco Zeffirelli había creado cinco años antes para la obra 'Romeo y Julieta' en el teatro Old Vic. El estreno fue recibido con entusiasmo por el público y la crítica londinense: 34 minutos de aplausos y 43 llamadas a escena, hasta que los regidores bajaron el telón de seguridad para que los espectadores abandonaran la sala. Los periódicos hablaron de «hito» y de la consagración de McMillan como «uno de los coreógrafos más importantes del mundo». La versión de 'Romeo y Julieta' de Kenneth McMillan se ha exportado a distintas compañías -entre ellas el American Ballet- y la han interpretado multitud de artistas, entre ellas las españolas Trinidad Sevillano y Tamara Rojo . Pero el ballet sigue asociado a Margot Fonteyn y Rudolf Nureyev, que protagonizaron también la película del ballet rodada en 1966 por Paul Czinner. Fonteyn y Nureyev bailaron juntos por primera vez el 21 de febrero de 1962 como protagonistas de 'Giselle'. «Fue un triunfo y el comienzo de una asociación única y asombrosa, conocida rápidamente en todo el mundo y el dúo que todo el mundo clamaba por ver -escribió Sir John Tooley , director general del Covent Garden entre 1970 y 1988-. Al caer el telón de esta representación, el público se sintió tan abrumado por la fuerza emocional de lo que había presenciado que se hizo el silencio antes de que estallaran los aplausos, seguidos de 23 llamadas a escena».
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